Mucho se habla de que el valor principal de un negocio es el personal, y es una frase muy cierta. Vayamos por partes.
¿Cuál es la principal diferencia entre un negocio grande y un negocio pequeño? Analicemos un negocio pequeño, por ejemplo puede ser la tienda de abarrotes del barrio; si nos fijamos bien, ¿Quién es el que abre y cierra el negocio? ¿Quién es el que vende? ¿Quién es el que cobra? ¿Quién es que trata con los proveedores? ¿Quién es el que hace la limpieza? ¿Quién acomoda los productos? ¿Quién hace las cuentas? La respuesta es EL DUEÑO. Muy bien, y aplicando las mismas preguntas a un negocio grande; para no salir del rubro, tomemos en cuenta un gran super mercado de la ciudad; si nos fijamos cada función está desarrollada por una persona o un grupo de personas diferentes, que cuando están en el trabajo forman un EQUIPO. Muy bien, entonces si el dueño tiene un equipo trabajando con y para él, ¿No será más sencillo que él pueda expandir este negocio a otros mercados?. Entonces llegamos a la conclusión de que para que un negocio sea grande es importante tener un equipo de personas trabajando en él.
Sin embargo, uno de los grandes retos que afrontan los empresarios es ¿Cómo hacer que mi equipo de personas trabaje como un verdadero equipo, y así pueda ser productivo? La respuesta está en una sola palabra: LIDERAZGO. Y, para empezar, distingamos al líder del jefe:
- El líder influye, el jefe ordena.
- El líder da ejemplo, el jefe impone reglas.
- El líder escucha, el jefe habla.
- El líder desarrolla personas, el jefe teme a que las personas se desarrollen.
- El líder confía en su gente, el jefe no confía en su gente.
- El líder se hace querer, el jefe se hace odiar.
- El líder se preocupa por su gente, el jefe se preocupa por su trabajo.
- El líder controla sus emociones, el jefe es impulsivo.
- El líder motiva, el jefe presiona.
- Al líder le gusta aprender, el jefe cree saberlo todo.
- El líder da a la gente lo que merece, el jefe da a la gente lo suficiente.
- El líder asume culpas, el jefe echa la culpa a su gente.
- El líder aconseja, el jefe grita.
- El líder considera importante invertir, el jefe le teme a invertir.
- El líder critica en privado y reconoce en público, el jefe critica en público y nunca reconoce.
Entonces la principal recomendación es no escatimar esfuerzos en el desarrollo y trabajo con el personal de la empresa. Ahora bien, definitivamente vamos a tener muchas descepciones por una mala acción de algún trabajador, sin embargo eso no quiere decir que estemos en el mal camino; no dejes de confiar, obviamente guardando siempre la reserva para muchas cosas. Espero que las diferencias que en éste post expongo te ayuden a emprender un nuevo camino a la hora de trabajar con tu personal y así, poco a poco logres el liderazgo que se necesita. Obviamente, siempre te recomendaré asistir a seminarios, cursos, talleres, escuchar audios, leer libros sobre desarrollo de personas, te sugiero bastante a autores como John Maxwell, Dale Carnegie, David Fishman entre otros; recuerda no hay mejor inversión que la educación.
Éxitos.
Muy interesante aporte. El liderazgo es un proceso que implica no solo la capacidad de tomar decisiones, sino la habilidad de desarrollar una cierta estabilidad emocional. Dirigir una empresa no es tarea sencilla por lo que capacitarse adecuadamente es muy importante. Llevar a cabo cursos sobre gestión empresarial ayuda a reducir errores comunes que terminarían por demorar de sobremanera el logro de los objetivos propuestos con anterioridad.
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